Para entender
la artesanía tenemos que viajar al origen de la especie humana, el “Homo
Sapiens” maduró y sobrevivió gracias a ese despertar de la conciencia que
provocó evolución. Desde el principio supo sacar partida a los recursos que le
ofrecía el medio, aprendieron a fabricar armas para la caza y la pesca,
herramientas para la agricultura, a tejer vegetales, a curtir pieles, crear
ornamentas, pintar o inventar toda clase utensilios de madera o barro que les
facilitaban su supervivencia.
Mantenían la
creatividad siempre despierta y sus manos eran herramientas para todo, conocían
el territorio y sabían donde encontrar la materia prima, aún no eran trabajos,
eran ocupaciones. A través de esta creatividad instintiva lograban evolucionar
poco a poco. Con el fuego y más tarde con el descubrimiento de los metales y
sus aleaciones todos estos elementos empezarían a perfeccionarse.
Estas
ocupaciones, al principio de las nuevas sociedades pasaron a denominarse
oficios o trabajos artesanales, practicando el trueque con los excedentes, eran
oficios de personas dignas y tenían un papel muy relevante en la sociedad. Los
señores de la guerra buscaban los mejores herreros, los reyes contaban con los
mejores artesanos para la construcción de sus imperios recibiendo a cambio
privilegios, la ganadería y la agricultura también necesitó de buenos
artesanos.
Actualmente la
artesanía de origen ecológico está en crisis, se busca materia prima más barata, de usar y tirar, a veces tóxica
o que contamina como ocurre con los plásticos u otros derivados del petróleo,
productos menos saludables y que son fabricados con máquinas, máquinas que
anulan o duermen la capacidad creativa del hombre, si perdemos la creatividad
nos estancamos en la evolución.
Solo un puñado
de constantes y valientes artesanos se atreven a mantener viva la creatividad y a contribuir
con su trabajo al enriquecimiento de la cultura de esta época. La autentica
artesanía nunca pasará de moda y por su forma de producción garantiza trabajo
para más cantidad de personas, el exceso de máquinas nos roba trabajo a muchos
para enriquecer solo a unos pocos.
Si queremos
dejar un mundo mejor para las próximas generaciones, tenemos que aprender a ser
humildes como los artesanos, ellos nos dan ejemplo de sostenibilidad y respeto
a la madre tierra.
Al final,
artesanía, arte y cultura van obligatoriamente unidos de la mano, porque a
través de estos conceptos podemos interpretar mejor la historia de la evolución
humana.
José
Laso flores.
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